Pero la soledad sigue ahí,
me persigue como yo solía perseguirla.
Legué a un punto en que la amaba,
y no sabía cómo.
¿Dónde has estado tanto tiempo?
¿Dónde te has escondido?
Fugitiva sin huir.
Amada sin querer, ve.
Ahora sé dónde está mi hogar.
Ya puedo llorar, porque ahora hay alguien
esperando al otro lado de la linea.
Ahora sé dónde está mi hogar.
(cc)