Se podía oír
cómo se rompió su
corazón.
Pero cada vez que él
la miraba
todo el dolor
desaparecía,
porque lo único que
a ella le importaba
era que sus ojos la
siguieran,
que el supiera que
ella existía.
Y que lo hacía por
él.
Entonces ella se
entristecía
porque algo le
susurraba
lo imposible que
parecía
que una vez ella
existiese para alguien.
(cc)