contrastaba con el calor de mis mejillas
y me preguntaste cómo podía quererte,
pero yo solo podía pensar en tus labios.
Mientras me abrazabas me fui,
no sé a dónde ni cómo,
pero en un momento
ya no me abrazabas,
ni estabas allí conmigo.
Sin embargo podía sentirte aún
y eso era suficiente para mi.
(cc)