'Times Square can't shine as bright as you'

jueves, 3 de noviembre de 2016

XLIV

      Ningún sentimiento de culpa
se acerca al desamparo de la propia alma.
Cuídame y cuídate, no te abandones
ni aunque ya lo hayan hecho.
      Las estrellas en tus ojos no mienten,
no perecen, y siguen creando supernovas
en tus labios.
      El calor irradia de tu piel
y el viento, tan celoso, lo roba con el
aire tan frío que corta la sangre y el corazón.
     Un azul intenso y un verde puro
compiten por robar tu atención,
pero escúchame, no te abandones
ni aunque ya lo hayan hecho.
      Ruge como el calor de agosto
y brilla como el sol de diciembre.
Mis manos tan frías que te erizas,
ven aquí, y susurra, que la estática
también se cela.

      No escuches a nadie
que no vean tus galaxias y no les enseñes
ninguna estrella, por muy vieja que sea.
Es tuya y cuando se arranca aún duele,
que el tiempo no cura pero si olvida
aquellos sentimientos que duelen.
      Ya no miro al cielo,
miro tus ojos, exhaustos, casi acabados,
demacrados de tanto quemarse por otros

cuando lo que ciega son tus estrellas.

(cc)