Perderte ha sido, al principio, una de las peores cosas que quizás me haya pasado en mi corta vida, pero también puedo asegurar que ha sido una de las mejores. No me mal interpretes, pero quizás no fuese el mejor tiempo para conocernos. Quizás hubo un tiempo en el que fuimos mejores, en el que nuestra compañía hacía mejor al otro. Pero simplemente eso ya pasó. Puede que ya sea hora de pasar la página o cerrar el libro. Estoy lista.
Aunque hay algo que todavía me inquieta en la forma que recuerdo nuestra amistad. Casi como algo muy lejano a quiénes somos ahora en realidad, y que nos ha costado a ambas ciertas cosas. Puede que con el tiempo ambas cambiemos nuestra forma de pensar y ver las cosas de nuevo, incluso que la memoria del tiempo que pasamos juntas se distorsione hasta que cojamos rencor a la otra persona, pero el recuerdo de ahora es el que cuenta.
Cuando crezca espero reírme mucho de la forma en la que pienso ahora y de lo dolida que me encontré por tonterías, pero al fin y al cabo son esas tonterías las que hacen los recuerdos más grandes y poderosos. Las cosas que de verdad nos marcan son las más pequeñas, las que incluso en el momento en que pasaron no significaron nada, y con el paso del tiempo fueron creciendo, como nosotras.
(cc)
No hay comentarios:
Publicar un comentario