Tan desconocido y
aún así
siento que te
conozco de hace tiempo.
Desde tanto tiempo
que ya no
se eriza mi piel a
tu tacto,
tanto
tiempo,
que viajar se me
hace tedioso si
no estás tú para
decirme que dormir
es de cobardes o que
la música
es muy típica de
los viajes.
Tú y tu afán de
no ser igual
de cambiar todo y de
no dejar nada
como estaba, sin
importar lo que conlleve.
Desde hace tanto
tiempo que es
imposible, no
mejor improbable,
que imposible es un ideal,
no echarte de menos
en las siestas
bajo los árboles.
(cc)
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