el beso que nunca pude tener
la fiesta que nunca logré decir adiós
las preguntas sin responder y la
ventana abierta.
No te pido que me esperes, nunca,
ni que lo dejes todo
para conocer a un alma perdida
rescatada por una mirada sabor amarillo;
pero prométeme que no olvidarás la fuerza
con la que sujetabas mi mano,
el rubor de mis mejillas con solo verte;
que nunca olvidarás cómo nos conocimos
y cómo nos desconocimos.
Y me jode escribir en plural.
Me jode porque nunca supe lo que
tu corazón me susurraba,
porque me pedías que no lo descifrase:
ahí, noté el corazón roto de alguien que nunca
se ha vuelto a abrir.
Todo sobraba:
las luces, la gente, el sonido
los accesorios.
Todo sobraba porque te había encontrado,
y me jodía la inmensa incertidumbre
de no saberte.
(cc)
No hay comentarios:
Publicar un comentario